La orientación en la
paloma mensajera.-
Se busca una respuesta a la cuestión
de saber como una paloma que se suelta en un lugar desconocido, se las arregla para volver rápidamente a su palomar.
De manera simple se dice que lo
realiza gracias a su sentido de orientación, que es considerado como un sentido suplementario, así como lo son a vista, el
oído, el olfato... Eso es falso. Pero es cierto que gracias a sus diferentes sentidos la paloma puede obtener informaciones
para orientarse a partir de los diversos factores naturales externos. Hay que hacer igualmente una segunda observación.
El retorno al palomar ("homing")
de la paloma viajera es más que un problema de orientación; en efecto, habría que hablar de navegación.
La paloma puede ser comparada a
un hombre con los ojos vendados, que fuera trasladado a través de múltiples vueltas (por ejemplo saliendo de Bruselas) hacia
un destino desconocido, y liberado en ese lugar, provisto solo de una brújula.
Por medio de la brújula ese hombre
puede encontrar fácilmente el forte magnético (que difiere ligeramente del norte geográfico) y por lo tanto encontrar las
otras direcciones. Pero eso es absolutamente insuficiente para volver a su casa. Si durante algunos días se atrasa artificialmente
el comienzo del día (utilizando por ejemplo luz artificial) y las palomas así tratadas son soltadas en un lugar desconocido,
cometen un error de orientación de aproximadamente 90 grados (1/4 de circunferencia); su dirección de partida se desvía en
90 grados, hacia la derecha (por lo tanto en el sentido de las agujas del reloj). La modificación del ciclo luz-oscuridad
provoca pues un desfasaje en el reloj interno y la posición del sol es por lo tanto interpretada de modo errado.
Últimamente fue demostrado que para
que este ensayo de un buen resultado es necesario utilizar una sola vez las palomas por experiencia. En efecto, cuando se
utilizan varias veces las mismas palomas, la desviación en relación con a ruta normal ya no es tan precisa; es un poco como
si las palomas se apercibieran del engaño.
En el caso de haber sido llevado
a París, nuestro hombre debe marchar hacia el norte; por el contrario, desde Amsterdam es hacia el sur. La brújula no puede
elegir con acierto en su lugar.
Es indispensable que nuestro hombre
sepa donde se encuentra geográficamente con relación a Bruselas, recurriendo a un mapa (sea al N, S, o E, 0); en ese momento
puede utilizar su brújula para indicar la dirección a seguir. Para la paloma, esto debe probablemente desarrollarse de la
misma manera; en todo caso, el regreso no es solo posible sino preciso.
La navegación es por lo tanto un
proceso a dos niveles: reconstruir el "mapa" interno y situarse en é, en relación con el lugar de permanencia. Una vez hecho
y con ayuda del compás, hay que seguir la dirección correcta.
Kramer (Alemania) fue el primero
en afirmar y demostrar que la paloma parece poseer un compás solar, es decir un compás basado en la observación del sol. Pero
nosotros sabemos que la posición en relación con la tierra varia de continuo durante el día y es dependiente de la hora. Además,
los cambios de estación están ligados con esas variaciones de posiciones del sol.
Sin embargo la paloma se burla de
esas dificultades y gracias a una especie de "reloj interno" le es posible tener en cuenta la variación.
Ese reloj indica con precisión el
tiempo y permite también‚n a la paloma corregir la deriva ocasionada por el movimiento de la tierra.
La prueba principal de ese mecanismo
ha sido realizada por Schmidt-Koenig (1958) en ocasión de ensayos que implicaban modificaciones del ciclo día/noche (habitualmente
llamados en ingles los ensayos "Clock-Shift"). Si durante algunos días se retrasa de manera artificial el comienzo del día
(empleando por ejemplo luz artificial) y las palomas así tratadas son soltadas en un lugar desconocido, cometen un error de
orientación de aproximadamente 90 grados (1/4 de circulo); su dirección de salida es desviada en +/-90" hacia la derecha (o
sea en el sentido de las agujas del reloj).
Entonces la modificación del ciclo
luz - oscuridad provoca un desfasaje del reloj interno y la posición del sol es por ello interpretada equivocadamente.
Tomado de la revista "Amigos en
casa", del diario "El País" de Montevideo.-
La orientación
a distancia .
La Orientación a Distancia en la
paloma de carrera.
La importancia de ésta problemática
colombicultural
Es evidente que la intrincada cuestión
concerniente al fenómeno de regreso al
hogar en la aploma de carrera no
se presenta a sus criadores como una incógnita
de naturaleza meramente especulativa.
No se trata ciertamente de una apetencia
de saber por el saber mismo. El
probable desvelamiento parcial o
definitivo de este "misterio" tiene para
nosotros connotaciones de
orden eminentemente práctico, como
que todo cuanto nos interesa dominar y prever
en este campo se halla directamente
relacionado con ella. En efecto: existen por
lo menos seis cosas que los criadores
de palomas de carrera "pragmáticos"
debieran conocer respecto a la naturaleza
y funcionalidad del mecanismo de
orientación: 1º como es que los
pichones fijan la posición del palomar para no
extraviarse en las primeras salidas;
2º cómo resuelven estas aves el problema
del regreso a éste en cortas distancias
y que debemos entender por tales; 3º
cómo es posible que puedan volver
a él desde lugares más lejanos; 4º qué es lo
que hace que una paloma pueda orientarse
eficientemente en solo alguna de las
distancias a recorrer (velocidad,
semifondo y fondo) y obviamente, qué es lo que
determina que algunas pocas, las
excepcionales, no tengan dificultad alguna en
actuar exitosamente frente a cualquiera
de ellas; 5º si es en verdad posible
determinar la capacidad orientativa
virtual de estas aves a partir de ciertos
signos estructurales a nivel del
ojo; 6º cómo se transmite hereditariamente esta
asombrosa capacidad. Naturalmente,
el conocimiento de tales pormenores podría
también conducirnos a la averiguación
de bajo que condiciones limitantes la
paloma "pierde" la orientación,
borra, en su grabador cerebral -en los casos
extremos- toda memoria de su palomar
nativo y ya nunca regresa a él. Como echa
de verse, el conocimiento de la
forma en que el mecanismo de orientación a
distancia en la aploma de carrera,
permitiría, entre otras cosas, no perder
pichones en el momento de aquerenciarlos
al palomar, manejar mejor a estas aves
para que puedan regresar sin mayores
tropiezos desde las primeras sueltas a
distancia que efectúen y también
a medida que éstas se vayan realizando a
kilometrajes mayores y, obviamente,
seleccionar a las reproductoras y voladoras
por el grado de capacidad que demuestra
a este respecto, con vistas a la
necesaria especialización cultural.
También cómo acostumbrarlas a un nuevo
palomar, o a volver a uno móvil,
o de ida y vuelta, y por qué el cansancio
excesivo determina la pérdida temporaria
o permanente de dicha facultad, lo que
nos permitiría "pararlas" a tiempo.
Pero la cuestión más inquietante reside en a
transmisión de la facultad de orientación
a distancia. Sabemos por experiencia
que no todas las aves la transmiten
o la heredan, circunstancia que nos hace
perder muchos animales, lo que también
desperdicio de tiempo, dinero e
ilusiones. Desde luego que la facultad
de orientación por sí sola no motiva
estas pérdidas. La falta de preparación
aporta también lo suyo. Pero es la cosa
más importante a tener en cuenta
como factor primario condicionante en
cualquier expectativa de éxito ya
que por más buen estado físico que presente
una paloma al emprender el vuelo
de regreso, no podrá hacer uso adecuado de esa
capacidad física excepcional si
no puede descubrir hacia dónde debe dirigirse.
La conformación del cuerpo, su adaptación
ideal a la necesidad de poder realizar
un vuelo fácil y sostenido, tiene
desde luego una importancia decisiva de cara
al logro de un óptimo rendimiento
deportivo; la preparación síquica hasta cierto
punto puede resultar definitiva,
como que aporta el por qué regresar
urgentemente, pero, para resultar
definitiva, como que aporta el por qué
regresar urgentemente, pero, para
resultar plenamente operativas operativas,
deben tener como soporte sine quanon
de su efectividad la existencia previa de
una rápida, certera y educada facultad
de orientación a distancia. La
preocupante incógnita relativa a
la transmisión hereditaria de la facultad
predicha produce un comprensible
desconcierto metodológico entre los criadores,
pues saben que no necesariamente una paloma excepcional da iguales siquiera
buenos descendientes, al tiempo
que otra mediocre o nula, deportivamente
hablando, puede resultar una reproductora
invaluable. El socorrido recurso de
"bueno con bueno" no es, como todos
sabemos, la panacea universal. Hay muy pocas
parejas que dan hijos extras, alguna
s más producen buenos descendientes, otras
muchas tantos buenos como mediocres
o malos, otras, solo sujetos descartables,
según los caprichos de esa ruleta
veleidosa que conocemos bajo el nombre de
leyes mendelianas de la herencia.
Por otro lado, las teorías más o menos
creíbles que circulan por ahí, encierran
el peligro grave de provocar daños
irreparables al porvenir de esta
raza al condenar a la extinción líneas enteras
e ejemplares por el solo hecho de
poseer características supuestamente
indeseables. Mientras no descubramos
cómo dotar a nuestras aves de una fina y
segura orientación a distancia,
parecemos estar condenados a rendir tributo
imperecedero al decepcionante método
de la prueba y el error.-
Juan Carlos Rodolfo CEBALLOS