“Hablando
sobre plumas”
Además
de las rémiges primarias del ala y las secundarias de detrás del ala, están las caudales, (grandes plumas de la cola) denominadas
también rectrices, porque la cola es la que gobierna, (es el timón). Las pennes de la cola están envueltas en una especie
de vaina, formada por cuberturas superiores o sobre-caudales, e inferiores o sub-caudales. Las rémiges del ala, y detrás del
ala están también protegidas por las cuberturas. Se las llama grandes cuberturas o pequeñas cuberturas. Están en los hombros
las humerales o escapulares y numerosas pequeñas plumas para recubrir las patas, la espalda, la nuca, el cuello, la coronilla
(o parte superior de la cabeza) y la oreja. En el lado del ala denominado "pouce", hay pequeñas pennes muy sólidas que sirven
para frenar el vuelo a la llegada. Son las plumas o rémiges del pouce que forman lo que se llama "el ala bastarda".
Además
de las funciones especiales de las rémiges y las rectrices, las plumas juegan un papel importante en la protección contra
golpes y cortes. Los "plumones de duvet", como ya se ha dicho, son como un chaleco de franela liviano en verano y pesado en
invierno. La pluma es una aglomeración de células muertas unidas en una masa ósea. Nace de papillas dérminas (la dermis es
la capa profunda de la pared) que se recubre de una vaina epidérmica córnea. Nutrida sin cesar, por los numerosos vasos sanguíneos,
la epidermis (que es la parte superficial de la piel) engendra numerosas células que se cargan de granulaciones corneas. Estas
células en degeneración, mueren y forman de esta manera las diferentes partes de la pluma. Las últimas las de la base. Las
barbas de la parte superior son las primeras en abrirse. Las plumas ofrecen entonces un aspecto de pincel. Al mismo tiempo
aparece el rachis que es la parte superior del asta. A continuación se forma la parte inferior (lo que se llama el tubo),
la papila se desecha y el espacio por donde pasaba se convierte en un orificio muy estrecho; el ombligo inferior. El tubo
es la parte hueca del asta. Es casi cilíndrico y se implanta en el llamado folículo plumífero, En el punto donde termina el
tubo, el asta se hace compacta y toma el nombre de varilla o rachis. En este punto se encuentra otro pequeño orificio; el
ombligo superior.
En
algunos pájaros y a veces en las palomas, existe una plúsmula superflua en el ombligo superior; es el hiporachis cuya exageración
da, rara vez, una doble ala a la paloma. Es un signo indiscutible de regresión. Aparece sobre todo en cultura consanguínea,
lo mismo que plumas de las patas, los frasettes, los penachos y otros caracteres deformantes provenientes de las especies
de las cuales desciende la paloma de carrera.
Las
plumas más cercanas a la perfección son las rémiges. Sus dos partes principales son el asta y la hoja o vexillum. El rachis
forma un eje lleno cuya cara superior es redondeada y la cara inferior recorrida por un surco poco profundo. Está provista
de barbas sobre todo en su largo y son ellas las que forman la hoja. El tubo inferior está tabicado por membranas que se pueden
ver por transparencia. Este proviene de diferentes causas, la primera es que el plumaje de las palomas está "electrizado".
Otra causa es el hecho de que las barbas implantadas oblicuamente sobre la varilla, están ligadas entre ellas por barbillas,
dispuestas sobre las barbas como éstas sobre el rachis.
Si
ustedes han separado las barbas de una paloma en forma, habrán percibido un ligero ruido, parecido al de un trapo que uno
rompe. Para hacer desaparecer la grieta así producida, es necesario frotar y alisar la régime. En las palomas de mala calidad,
mal mudadas, o de plumaje pobre, es mu difícil provocar la desaparición de la grieta, que se mantiene por varios días. Si
la hoja constituye un conjunto tan sólido, es porque las barbillas están provistas de ganchos y de dientes. Estos se agarran
los unos a los otros y mantienen la hoja muy rígida. Ustedes probablemente se sorprenderán al saber que algunas plumas de
palomas tiene más de un millón de barbas y barbillas. Las plumas del duvet son las menos perfectas, como plumas, naturalmente.
Su asta es un tubo muy corto y el rachis está reducido a su mínima expresión. Las barbas forman un copo como de algodón muy
suelto. Las barbillas no tienen ganchos ni dientes. Entre las rémiges y los plumones de duvet, está toda la gama de las otras
que varían según su función y su emplazamiento. Las tectrices, se superponen como las tejas de un techo, para formar una superficie
lisa y favorecer el desplazamiento en las capas de aire donde se desplazan las palomas. La superposición se realiza de adelante
hacia atrás. Las plumas están diferentemente coloreadas por pigmentos; negros, marrones, rojos, ocres y amarillos. Si solo
el negro está presente, el pájaro es negro, azul o azul escamado. El pigmento rojo existe en los pálidos, los rojos escamados,
los rojos y también en los negros bronceados, algunos escamados y las barras y hojas de los régimes de algunos azules. El
pigmento que colorea las plumas de las palomas se conoce bajo el nombre genérico de melanina. Hay colores, pero se los llama
de estructura, es decir que no existen en realidad, pero aparecen bajo la influencia de ciertos juegos de luces.
Con
el mayor respeto colombófilo: Carlos Alfredo Bachi Acosta.
Una
bañera con agua limpia debe de tenerse siempre a disposición de las palomas. Digo lo de agua limpia, porque así como las palomas
beben cualquier cosa, cuando tienen sed beben agua con excrementos, medicada
con sabor desagradable o incluso en la bañera después de bañarse ellas con la
pelicula de grasa y polvo que se forma en la superficie, si el agua no esta perfectamente
limpia no se bañaran en ella. Cuando una comienza a bañarse lo haran todas las palomas del palomar y si bien es cierto que
a medida que se bañan van ensuciando el agua y las ultimás si no se les deja el agua corriendo mientras se bañan tendran el agua sucia, una vez que se ha bañado
la ultima y el agua reposa y se forma esa pelicula en la parte superior, aunque se tenga la bañera varios días con el agua
sucia a su disposición, beberan en ella pero no se volveran a bañar.
El
talco de las palomas no es otra cosa que suciedad, polvo pegado al aceite que ellas extienden sobre las plumás. Porqueria.
Nosotros nos bañamos para refrigerarnos y divertirnos cuando hace mucho calor, las palomas lo hacen por necesidad. Dispóniendo
del una bañera con agua limpia a díario, es muy probalbe que se pasen un día o más sin bañarse cuando hace sol, sin embargo
cuando llueve o hace mucho frio se bañaran a díario y a veces incluso dos veces
si se les cambia el agua de nuevo.
El
frio no les importa en absoluto para bañarse, en días crudos de invierno que a la mañana como consecuencia de la helada la
bañera tenia una capa de hielo considerable, las palomas no dudan ni un momento en meterse al agua incluso antes de retirar
la manguera que uso para llenarla.
Si
se quiere "restaurar" el plumaje a una paloma que por la razón que sea tiene alguna pluma doblada, las barbas que se abren
y no cierran bien, o que tiene el plumaje sucio y descolocado, lo mejor que se
puede hacer es póner agua caliente en un recipiente (no tan caliente como para
que se nos quemen las manos ) y meter a la paloma en el agua hasta el cuello
durante un minuto. Las plumás torcidas se enderezan, las barbas se unen y nos
queda la paloma con un plumaje listo para revista.
Que
se bañen lo que ellas quieran y cuando quieran. Truco : el día antes del enceste agua templada.
Un
saludo
Oscar
Truebano
Oviedo
– España
He
leído el comentario del amigo Oscar Truebano sobre el baño y tengo que hacer notar mis discrepancias:
1-
El polvillo que se adhiere a las plumás no creo que pueda llamarse suciedad, ya que para mí juega un paper importante al cortar
el aire durante el vuelo y proteger la pluma ante el agua y el roze con el aire.
2-Por
este motivo no me hace mucha gracia lo de bañar las palomas justo antes del enceste. Yo la baño los miercoles para encestar
el jueves y soltar el domingo.
Esto
lo digo por intuición, no lo he leído, pero algún colega seguro que puede decirme algo al respecto.
Con
la mayor humildad,
José
Ledesma desde Tenerife.
Todo el mundo admira el nuevo plumaje
de la paloma después de capear la selección otoñal; sedoso, brillante, de matices naturales. Las grandes remiges que quedan
por caer presentan un aspecto deslustrado y las plumas tardías apenas se pueden sustraer a la comparación.
Este nuevo plumaje
es el reflejo de una salud reciente. Las remiges han señalado los incidentes ocurridos desde principios de mayo; es con este
plumaje con el que la paloma va a volar el año próximo.
Es esencial por tanto, que el plumaje permanezca impecable, y si
no es así, que el aficionado procure mejorarlo de manera que el rendimiento deportivo de la paloma sea el mejor posible en
todas las circunstancias, en especial atmosféricas.
Un buen plumaje puede ser sobre todo víctima de ataques exteriores.
Si la lluvia y el sol no atacan más que lentamente los pigmentos de las plumas, los enemigos de la pluma y de la piel provocan
daños mucho más grandes
. En primer lugar él «Falculiber», pequeño parásito que vive en la punta de la pluma, entra en
actividad por la noche y realiza por ambos lados del raquis pequeños agujeros más o menos regulares que semejan los zurcidos
de una máquina de coser. Afecta esto a una parte de las bárbulas de la rémige, que poco a poco, bajo los efectos del viento
se disgregan y dan a la rémige un aspecto de peine desdentado, de un aspecto bastante fastidioso. Los baños semanales con
un insecticida apropiado o el espolvoreado sobre el plumaje matan rápidamente al parásito, pero una vez que los agujeros están
hechos, es demasiado tarde; no hay más remedio que eliminar el parásito para que las pérdidas no aumenten y esperar al año
siguiente.
Más grave es la sarna desplumadora, pues no es un parásito de la pluma, sino de la piel. Se reproduce en los
folículos plumíferos, rodeando los extremos de un pequeño cilindro y socava la pluma (generalmente las coberteras a nivel
del buche, de la espalda y del antebrazo) y provoca su rotura a medio centímetro de la piel. Poco a poco va aumentando en
número, aparece en otros sitios y la paloma los transporta con su pico a otros lugares del cuerpo. El mejor remedio en las
aves infectadas es la aplicación de D.D.T. sobre las partes afectadas. Es siempre aconsejable, antes de todo tratamiento,
hacer un diagnóstico preciso con el microscopio.
Los defectos de desarrollo en el raquis lo marcan unos pequeños estrangulamientos
(las bárbulas están marcadas de la misma forma que después de un concurso o de una enfermedad, formando una «v» bien conocida
de los aficionados), a nivel de los cuales la rotura será fácil. Se trata, en efecto, de una falta de salud o de carencia
alimentaria en el momento de la gran muda, y esto no tiene nada con la sarna. La intervención del veterinario, es en este
caso decisiva y el diagnóstico de sarna desplumadora debe hacerse con precaución. Suceden también accidentes al final de la
muda plumas sanguinolentas, hendidas, puntiagudas, etc. Es costumbre decir que las plumas sanguinolentas, son accidentales,
debido a que por un choque del folículo plumoso en actividad se produce una pequeña hemorragia en la joven pluma llena aún
de sangre nutritiva. Esto, a menudo suele ser verdad, con la condición de que el accidente no afecte más que a una rémige
y a una o dos palomas en la colonia
En resumidas cuentas, se puede pensar en un accidente, aunque existen otras causas
de estas pluma sanguinolentas. En particular, todo lo que modifica la circulación al nivel de la mano, muy complicada anatómicamente
como en casi todos los animales. Por ejemplo, las artritis productoras de dolorosas edemas, son causa de plumas sanguinolentas;
de hecho, estas artritis son debidas al microbio de la paratifosis. En este caso hay a menudo dos o tres plumas sanguinolentas,
una al lado de la otra o solamente una en cada ala. Esto alcanza a muchos ejemplares de la colonia. Unos cojean con la pata
inflamada, otros más tardíos, se muestran enfermos. En breve la colonia muestra al aficionado meticuloso que no marcha bien.
Se ha escrito mucho sobre la conducta a seguir y pienso yo que hay una regla: Esperar el fin completo de la muda. Seguidamente
asegurarse de qué problema se trata; si realmente lo hay, entonces hay que intervenir: Baños calientes, vitamina K, complejos
vitamínicos, semillas de lino, ácidos azufrados, y después del último baño caliente, arrancar la pluma ensangrentada. El éxito
tiene este precio.
Las plumas hendidas han hecho gastar
mucha tinta; evidentemente, es un defecto que no hay que cultivar pero, ¿son debidas a una falta de salud en general, como
sucede a menudo en las colonias con la tricomoniasis, coccidiosis, etc., que sufren más o menos todas las palomas, produciendo
una muda defectuosa por falta de vitalidad, o se trata de un carácter hereditario transmisible?. Yo, personalmente, me inclino
por la hipótesis primera. He aquí una averiguación con la que divertirse este invierno.
Si querés podés escribirme a la siguiente dirección , hedran@infovia.com.ar