PALOMAS MENSAJERAS

La Colombofilia en Puerto Rico

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La Colombofilia en Puerto Rico Ayer y Hoy.

 Dr. Rodolfo Rodríguez Mangual
Enviado por: Alberto Enrique Céspedes Fernández

Orígen del Deporte en la Isla

El orígen de la colombofilia en Puerto Rico es bastante reciente cuando se le compara con el orígen de la misma en otros países. Como vimos en el artículo anterior, los belgas le dieron vida al deporte de la colombofilia en nuestro mundo occidental a principios y mediados del siglo XIX. A partir de entonces nuestro deporte/pasatiempo se propagó, primero por los países europeos y luego a más de 55 países incluyendo hoy en día a Estados Unidos y países Ibero-Latinoamericanos como España, México, Nicaragua, Costa Rica, Argentina, Brazil, Uruguay, Colombia, Portugal, Venezuela, Chile y Cuba. En algunos de estos países ya habían palomas mensajeras de carreras, importadas de Bélgica, Francia e Inglaterra desde finales del siglo XIX. En la Isla de Cuba, la primera asociación colombófila se fundó en el año 1900. Sin embargo, hasta donde tenemos conocimiento, en Puerto Rico no fue sino hasta finales de la década de los 1940 que algunas personas comenzaron a interesarse por la crianza de las palomas mensajeras.

Al igual que ocurrió en Cuba cincuenta años antes, los primeros colombicultores borincanos soltaban sus palomas desde distintos lugares en la Isla por el simple placer de "verlas llegar a sus palomares" desde lugares cada día más distantes. Nos cuenta Don Ernesto Hernández González, colombicultor jubilado de Aguadilla, que ya entre 1946 y 1948 él y otros aguadillanos, entre los que se encontraban el Sr. Justo Rivera y dos empleados de la Base Militar Ramey de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de apellido Rivera tenían palomas mensajeras que volaba cada cual por su cuenta, sin haberse organizado como club para llevar a cabo competencias de formas o carreras de palomas. En su caso particular, las palomas de Don Ernesto le fueron enviadas por un primo suyo que a la sazón vivía en la ciudad de Nueva York. Se presume que las palomas de Don Justo y los hermanos Rivera también habían sido traidas a la Isla de Estados Unidos.

Desconocemos si al igual que había estas personas en Aguadilla, había otras personas en otros municipios de la Isla que criaran o volaran palomas mensajeras para esa fecha o antes. Es el interés de este autor que si algún lector tiene conocimientos sobre ello se comunique con él a la mayor brevedad posible para seguir mejorando este artículo.

De la misma manera espontánea en que los pioneros aguadillanos comenzaron a adquirir palomas mensajeras a finales de la década de los 1940, en la década de los 1950 otras personas comenzaron a hacer lo mismo en la ciudad capital de San Juan. A mediados y finales de esa década le tocaría el turno a un comerciante español criado en las Islas Baleares y residente de la Urbanización Ocean Park en Santurce, Don Jaime Cañellas Bibiloni, interesarse por estas aladas amigas al toparse un día en la Calle Fortaleza del Viejo San Juan con un vendedor de pájaros al cual le compró un par de mensajeras. Se desconoce quien era este vendedor y de donde había traido sus palomas. Habiendose criado en Palma de Mallorca donde habían más de 20 mil palomas mensajeras, Don Jaime recordó sus años de felíz infancia en dicho lugar y comenzó a dar rienda suelta a su deseo por cultivar, entrenar y competir estos preciados animalitos en su nueva patria.

Su interés por las palomas llevó a Don Jaime a comenzar a importar palomas mensajeras de carreras de Estados Unidos para formar sus primeras parejas y criar los primeros pichones que zurcarían los cielos en nuestra ciudad capital. Un año después de haber estado Don Jaime soltando sus palomas desde distintos lugares en Puerto Rico el periodista José Vázquez del periódico El Imparcial (28 de marzo de 1959) lo vió, lo entrevistó y escribió lo que, hasta donde tenemos conocimiento, ha sido el primer artículo periodístico sobre la actividad colombófila en la Isla. Con la publicación de dicho artículo Don Jaime no tardaría mucho tiempo en descubrir que en la ciudad había otras personas con el mismo interés que él los cuales le escribieron cartas expresandole su interés por participar de alguna manera en el deporte. Algunos de éstos se empezaron a conocer entre sí y ya para el 1960 habían fundado la primera asociación colombófila del pais, El Club de Palomas Mensajeras de San Juan (San Juan Racing Pigeon Club). Estos pioneros del deporte que junto a Don Jaime dieron vida a la colombofilia organizada en Puerto Rico lo fueron el Sr. Raymond Grosskopf Schreib, el Dr. Miguel A. Pastrana, el Sr. Luis Felipe Suárez y el señor Santiago Muñoz. El Sr. Grosskopf, o Ray como le conocían sus amigos, había practicado el deporte desde muy jóven en los Estados Unidos. Junto a ellos estuvieron también presentes desde el inicio varios niños, hijos de los fundadores del Club, que al igual que los adultos participaban y disfrutaban de todas las actividades de éste en un ambiente de sana recreación y camaradería. A ese núcleo original de personas se unirían luego otras personas tales como el Lic. Juan José Zengotita, Sr. Julio Villaronga, Sr. Cayín Oliveras, Sr. Juan José Vélez, Sr. Charlie Donato, Sr. Raymond Toro y otros.

Hasta el mes de octubre de 1962 el San Juan Racing Pigeon Club (SJRPC) estuvo llevando a cabo competencias informales, pero ya para el tercer domingo de ese mes comenzó la primera competencia formal de vuelo. El programa de sueltas de esa temporada, publicado en el periódico El Mundo del sábado 6 de octubre de 1962, incluia una suelta desde Mayagüez, una desde Ponce y una desde Santo Domingo que no sabemos si se llevó a cabo en ese momento o no. Nos enteramos también por otro artículo aparecido en el periódico El Mundo del 11 de mayo de 1963 sobre otras sueltas desde Isabela y Ponce y una que se llevaría a cabo el 19 de mayo desde Santo Domingo. Sobre las palomas que se enviaron para esta carrera desde Santo Domingo durante la época de los festivales de merengue en esa ciudad, que resulto ser un fracaso porque hubo mal tiempo durante la travesía, luego dirían los participantes en la misma en son de broma que "las palomas prefirieron quedarse en Santo Domingo bailando merengue". De este vuelo, según nos ha informado recientemente el Sr. Jorge Cañellas, hijo de Don Jaime y uno de los niños fundadores del SJRPC, solamente llegaron dos palomas, una de las cuales era de Don Jaime. Las canastas o cestas utilizadas entonces para transportar las palomas a los lugares de suelta eran inicialmente canastas pequeñas de las utilizadas por los militares en Estados Unidos.

Posteriormente, según un artículo aparecido en la revista American Racing Pigeon News, el SJRPC seguiría volando pichones desde el Oeste y palomas adultas desde Fajardo y algunas islas al Este de Puerto Rico. Entre éstas islas se menciona a St. Thomas, Santa Cruz y San Martín. El Sr. Jorge Cañellas también nos mencionó a Rincón, Boquerón y Tortola entre otros puntos de suelta utilizados durante esos años. De uno de los vuelos desde San Martín llegaron en una ocasión varias palomas heridas por cazadores. Desde entonces, debido a que la temporada de caza de palomas es durante los meses de septiembre y octubre, meses que también caen dentro de la temporada de huracanes, han habido colombófilos que han cuestionado y cuestionan si se debe de volar pichones entonces o no. Al momento de escribirse este artículo solamente un club, el Club Colombófilo Metropolitano (CCM), de la zona metropolitana de San Juan y municipios aledaños no vuela pichones durante el mes de octubre. Al igual que su predecesor, la Sociedad Colombófila Criolla (SCCI), desde su fundación en 1999 el CCM ha estado volando una temporada de palomas de un año ("yearlings" o añales) durante los meses de enero y febrero y una temporada de adultas inmediatamente después.

Durante los primeros años de existencia del San Juan Racing Pigeon Club, con el apoyo del entonces Presidente del Brooklyn Concourse Pigeon Association de Nueva York, Sr. Richard Topus, miembro de la Facultad de la Universidad de Nueva York, el Club llevó a cabo dos exitosas exhibiciones de formas, una en el Colegio de Ingenieros y otra en el Colegio de Farmaceuticos, a las cuales se invitó al público en general. Una de éstas exhibiciones fue en mayo de 1963 y la otra en enero de 1965. Este mismo Sr. Topus, también veterano del Servicio de Palomas Mensajeras del Ejército de EUA durante la II Guerra Mundial, fue una persona clave n en el envio de palomas donadas por colombófilos de Nueva York durante esos años. En una carta dirigida a este servidor, el Sr. Topus narra como en una ocasión se enviaron 300 palomas desde la ciudad de Nueva York para ser donadas entre los socios del SJRPC. Donación ésta que fue muy agradecida por los colombófilos del país en ese momento y que muchos de los colombófilos de hoy en día desconocen. De igual manera a través de los años otras personas han donado o vendido a precios razonables palomas del extranjero para ayudar al desarrollo de la colombofilia en Puerto Rico y/o probar si sus líneas de palomas, acostumbradas a volar sobre tierra, pueden o no adaptarse a volar sobre la mar. (Durante los últimos años, sin embargo, el envio de palomas desde otros países extranjeros a Puerto Rico se ha hecho sumamente difícil, por no decir imposible, ante la falta de una estación de cuarentena en el país. Por ser el gobierno federal de los Estados Unidos de Norte América el que controla la entrada y salida de aves tanto en EUA como en Puerto Rico toda paloma enviada a los colombófilos de la Isla desde otros países tiene que pasar 30 días en un centro de cuarentena del Departamento de Agricultura de los EUA en Florida o Nueva York antes de poder ser transportada a Puerto Rico. Luego también, en el caso particular de Cuba, donde hay muy buenas palomas mensajeras de larga distancia, el gobierno de EUA no permite la entrada de éstas a sus puertos).

De esos primeros años en el desarrollo de la colombofilia borincana Don Jaime recordaba con gran orgullo la ocasión en 1965 en que sus palomas fueron liberadas a las afueras de la Catedral de San Juan durante la investidura del primer obispo católico puertorriqueño, hoy Monseñor Luis Aponte Martínez y el momento en 1966 en que el SJRPC participó en una suelta de 1000 palomas en la Ceremonia de Inauguración de los Décimos Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Puerto Rico como símbolo de la hermandad y la paz entre los pueblos.

Un punto sobresaliente mencionado a este autor por Don Jaime antes de su fallecimiento en 2003 sobre el desarrollo del deporte durante esos primeros años de la colombofilia organizada en Puerto Rico era que la actividad colombófila de esos años era una actividad dirigida, entre otras cosas, a promover la unidad familiar entre los participantes. Además de la participación de los niños y las esposas en las actividades del SJRPC es menester señalar que el sistema de premios utilizado estaba basado en la otorgación de placas y trofeos, sacos de alimentos y similares y no en premios en metálico o apuestas ("pooles") como se hace hoy en día en la mayoría de los clubes en la Isla.

Masificación del Deporte: 1965 a 1985

Según este primer club se fue desarrollando y creciendo llegó el momento en que ingresaron al mismo tantas personas que vivían fuera de la ciudad de San Juan que se hizo necesario cambiarle el nombre a Borinquen Racing Pigeon Club. A partir de entonces el deporte continuó propagandose rápidamente por otros municipios de la costa Norte de la Isla hasta Aguadilla. Este periodo de expansión o masificación del deporte llegó a su época de mayor apogeo a mediados de los 1980 cuando había un total de 12 clubes y más de ______ palomares en Puerto Rico. También para esa época ya se había organizado una federación colombófila, la Federación Colombófila de Puerto Rico. Durante ese periodo ocurrirían algunos cambios y adaptaciones en la práctica del mismo. Por ejemplo, al desarrollarse más asociaciones en la región noroeste de la Isla, se consolidaría la ruta de los vuelos de entrenamiento y concursos, tanto de pichones como de palomas adultas, desde las islas del Caribe Oriental hacia Puerto Rico. Al presente las islas más lejanas desde las cuales se vuelan palomas son las islas de Barbuda y Antigua, las cuales están aproximadamente a 300 millas de Puerto Rico y hasta casi 400 millas de los palomares en el Oeste de Puerto Rico.
Colombofilia Borincana en una Encrucijada

Por distintas razones que tal vez tomaría varios artículos más analizar y explicar, a partir del 1986 la membrecia en las asociaciones colombófilas existentes comenzó a disminuir gradualmente en el país hasta el punto en que ya hoy en día quedan solamente 6 clubes colombófilos en el país y cerca de 150 palomares. En este momento, más que atraer a nuevos socios a las organizaciones existentes, el deporte parece estar perdiendo algunos y reciclando otros entre unas organizaciones y otras. Al ser entrevistados sobre las razones para esta disminución en el número de palomares y de clubes de los pasados 15 a 17 años los colombófilos entrevistados han mencionado varias razones distintas.

La queja que se oye más frecuentemente es que los costes de los alimentos y de la transportación en avión son cada vez más altos. El alto coste en el precio de los alimentos se torna particularmente problemático cuando hay sequía en los EUA y sube el precio de éstos.

Relacionadas con esas dos quejas están dos echos importantes en la vida de los puertorriqueños residentes en la Isla. El primero de éstos es que los salarios de los trabajadores boricuas siguen siendo más bajos que los salarios de los norteamericanos en EUA. Encima de ésto el precio de los artículos importados desde ese país aumenta más aún debido al alto coste de la transportación marítima en los barcos más caros del mundo. Puerto Rico, por su condición política como territorio o colonia de los EUA no puede utilizar los barcos de otros países que son mucho más baratos. Por ejemplo, como resultado de lo anterior, un saco de alimento de palomas de 50 libras que en los EUA cuesta $16.00 dólares en Puerto Rico cuesta $22.00 dólares.

Otro factor que parece estar afectando negativamente la disponibilidad de tiempo libre de los trabajadores es el aumento en el número de horas que éstos tienen que trabajar para poder conservar sus empleos de tiempo completo o sus múltiples empleos de tiempo parcial. Esto en una economía que tiene más de 10 porciento de desempleo. Según la economía puertorriqueña va cambiando de una economía donde la manufactura era lo más importante a una en que lo es el servicio, especialmente en los grandes centros comerciales, más puertorriqueños, tanto jóvenes como de la tercera edad se ven obligados a trabajar en más un empleo de tiempo parcial. Como resultado de ésto, los trabajadores tienen menos tiempo disponible para atender sus necesidades personales y familiares o participar en actividades recreativas o deportivas tales como el entrenamiento y suelta de las palomas.

También se menciona como otro factor el echo de que durante los pasados 20 años muchos más jóvenes boricuas han ingresado a las universidades y, como otros jóvenes en los países desarrollados o en vías de desarrollo están pasando más tiempo estudiando y trabajando a tiempo parcial o disfrutando otras formas más "excitantes" de recreación.

Con relación a los niños de edad escolar es aparente que muchos más niños viven hoy en día en condominios, apartamentos y comunidades residenciales cerradas donde no se les permite tener animales. Al principio de la década de los 1950, cuando 75% de la población vivía en las zonas rurales del país, se podía encontrar en la ciudad a familias con hábitos de la ruralía que tenían palomares y gallineros. Pero hoy, como en la mayoría de los países del mundo, los procesos de urbanización han cambiado esas realidades hasta el punto en que los residentes urbanos no quieren ver palomas donde viven. Si a lo anterior se añade el efecto de la propaganda comercial de los exterminadores de palomas, que mercadean sus productos a través de la radio exagerando el potencial negativo que las palomas tienen para la salud de las personas, nos encontramos con una situación muy difícil de resolver.

Una razón muy importante para la disminución en la cantidad de clubes y palomares en la Isla durante los últimos añós lo han sido los conflictos entre individuos y organizaciones, causados a su vez por otros factores personales y organizacionales. Aunque algunos de los factores organizacionales podrían ser considerados por algunos como parte de los "dolores de parto" de las organizaciones nuevas también es cierto que en la comunidad colombófila no hay suficientes personas con destrezas organizativas y habilidades gerenciales. Luego, al igual que en muchos otros países, también tenemos algunos oportunistas o buscones que se ensañan a veces con las nuevas personas que descubren nuestro deporte y comienzan a involucrarse en éste.

Finalmente, aunque con ésta no se agoten todas las razones ofrecidas por las personas entrevistadas, se encuentran las mil y una frustraciones que se viven cada vez que ocurre un desastre ("smash") como resultado de problemas tales como: manejo inadecuado de los procesos de transportación y liberación de las palomas; cambios inesperados en el tiempo (nubosidad, lluvia, bruma asociada al polvo del Desierto del Sahara o a la ceniza de volcanes; cambios en la velocidad y dirección de los vientos y otros factores desconocidos. Cuando un colombófilo ha invertido tiempo, dinero y energías durante todo un año alimentando, apareando, medicando y entrenando sus palomas y participando en carreras y el resultado al final del año es que todas o una gran cantidad de sus palomas se ha perdido durante la temporada se comienza a preguntar si debe o no continuar con la práctica de la colombofilia. En ocasiones los mismos colombófilos somos en parte culpables por esas frustraciones ya que, al reclutar nuevos socios para nuestros clubes, tenemos la tendencia a hablar más sobre los positivos del deporte que sobre los negativos. Esto lleva a que los novatos desarrollen falsas expectaciones sobre lo que es el deporte. Expectaciones que no siempre pueden ser satisfechas.

Como los lectores se habrán podido percatar ya, algunos de los problemas y conflictos discutidos hasta aquí no son exclusivos a Puerto Rico, también se han presentado en otros países.

Desde los comienzos del deporte de las carreras de palomas en Bélgica en el siglo 19 han co-existido a través de todo el mundo distintas filosofías sobre la naturaleza y el futuro de nuestro deporte/pasatiempo. Al presente ésto se expresa mejor a través de los distintos énfasis que diferentes individuos, clubes, federaciones y países ponen sobre la cuestión de si consideran la colombofilia como un deporte competitivo, un pasatiempo, parte de una actividad de conservación o alguna mezcla de las anteriores. Bajo la concepción de la actividad colombófila como un deporte competitivo también co-existen diferentes énfasis en distintos tipos de sistemas de premios. El énfasis original del SJRPC en la colombofilia como una actividad familiar competitiva en que no se proveían premios en metálico fue cambiando gradualmente hasta ser prácticamente sustituido por un énfasis en los premios en metálico que ha resultado, en más de una ocasión, en situaciones conflictivas entre individuos y organizaciones. Al presente, mientras podemos encontrar colombófilos que defienden la posición de que "el deporte debe ser profesionalizado para que pueda llevar a cabo actividades con grandes premios en metálico como se está haciendo en los EUA, Africa del Sur y otros países", hay otros que quisieran que en Puerto Rico se hiciesen más apuestas como en Taiwán donde cualquier persona "aunque jamás haya criado o entrenado una paloma" puede apostar a las palomas de otros. Luego, también están aquellos de nosotros que entendemos que el creciente énfasis actual en las carreras cortas de velocidad con apuestas y premios en metálico distorsiona la esencia de lo que debería de ser básicamente una actividad dirigida al continuo desarrollo y conservación de las castas de larga distancia o gran fondo.

Por el momento, parece haber suficiente espacio para que todas esas distintas formas de pensar sigan co-existiendo como en el pasado y para que las personas con distintas filosofías sobre el deporte participen juntos en actividades colombófilas. A esos efectos la aplicación de alguna forma del principio de autonomía ("home rule') usado por algunas organizaciones colombófilas en otros países (Ej. International Federation en EUA) tiene el potencial de facilitar la co-existencia de las tres filosofias antes señaladas dentro del contexto de una unidad mayor. Es la humilde opinión de este servidor que le corresponde a cada uno de los clubes y dos federaciones colombófilas en la Isla el comenzar a implantar, por lo menos dentro de sus regiones geográficas, alguna forma de ese principio de autonomía. Simultáneamente, en vez de estar compitiendo entre sí, las dos federaciones existentes podrían ayudar a promover el desarrollo de más clubes y y otras federaciones regionales en la Isla de tal manera que en el proceso de así hacerlo se logré identificar algunas bases comunes con las cuales desarrollar eventualmente una federación nacional. Si otros países con mayor población en contextos geográficos de mayor dimensión y complejidad (España, México, Colombia, Argentina) han podido hacerlo, no hay razón alguna para que Puerto Rico no lo pueda hacer también.

Independientemente de lo que el futuro le pueda deparar a nuestro deporte/pasatiempo, es necesario atraer miembros nuevos a las organizaciones existentes y nuevas organizaciones que pueden surgir luego. Dicha realidad le impone a todos los clubes y federaciones del país la necesidad de identificar e implantar estrategias para reclutar nuevos socios y atraer de nuevo al deporte a personas que se dieron de baja del deporte en el pasado. Las nuevas organizaciones que se creen muy bien podrían responder a las necesidades de nuevas regiones geográficas donde antes no habían clubes (Ej. Costa Sur) o a las necesidades de aquellas personas que no han podido encajar en las organizaciones existentes por distintas razones.

Las estrategias de reclutamiento de socios deben continuar enfatizando el reclutamiento de miembros de las nuevas generaciones, pero, dado que el segmento de la población que parece tener más tiempo disponible en sus manos es el de los trabajadores jubilados, también debe de hacerse algo para incluir estos últimos en esas estrategias. Al día de hoy, con más y más personas jubilándose a edades más tempranas (55 a 60 años en algunos casos) éste viene a ser un segmento muy importante de la población que no debe de ser ignorado.

Finalmente, dadas las limitaciones económicas descritas arriba, también se le debería dar alguna consideración a la idea de buscar auspiciadores para algunas de las actividades colombófilas de las organizaciones, particularmente para las carreras o concursos sobre la mar.

Primera Edición: 17 de mayo de 2003
Dr. Rodolfo Rodríguez Mangual
Enviado por: Alberto Enrique Céspedes Fernández